El dolor de rodillas o de talón, en las zonas tendinosas, es una de las patologías más frecuentes entre las personas que acuden a fisioterapia o a el/la médico de cabecera, tanto de personas con ciertos trabajos físicos, cómo de aquellas que realicen deportes, sobre todo en los que se realizan carreras, saltos o cambios de dirección.
Este dolor en la región del tendón puede ser un síntoma de lesión sobre el tendón de aquiles, rotuliano… la famosa tendinopatía, (o la mal llamada “tendinitis»).
El dolor es una alerta de nuestro Sistema Nervioso de que algo está ocurriendo, pero dolor no es igual a daño en el tejido, ni presentar un tendón con daños estructurales (calcificaciones, leve desinserción, neovascularización), tiene por qué referir dolor o pérdida de capacidad.
Para que lo entendamos mejor, una persona sin dolor ni limitación de movilidad puede hacerse una ecografía y ver en ella calcificaciones o aumento del grosor del tendón…, y una persona con dolor y que no puede subir o bajar bien escaleras puede tener una ecografía sin hallazgos patológicos.
¿Por qué ocurre esto?
Nuestro cuerpo tiene una gran capacidad a la adaptación, y, cuando hablamos de tendones, esto cobra aún más importancia.
Un corredor de maratón bien entrenado, puede tener un tendón patológico desde el punto de vista de radiodiagnóstico, pero totalmente funcional para su deporte, puesto que lleva meses y años entrenando, adaptando la pisada y la musculatura a sus cargas diarias y, por ello, el tendón es capaz de aguantarlas sin dolor.
Por ello, se ha visto que, aquellas técnicas que tienen como finalidad mejorar la estructura del tendón no son eficaces en un porcentaje representativo de la población (infiltraciones de colágeno, actuaciones invasivas sobre el tendón, masajes o fricciones sobre el mismo).
Esto es porque lo que hay que hacer es preparar a ese paciente, a ese pie o rodilla, y a esa musculatura, a soportar la carga que esa persona necesita para hacer su día a día sin dolor.
Este día a día puede ser desde una persona que trabaje repartiendo paquetes y no realice ejercicio, una persona que trabaje en oficina y que le guste ir a correr 4 días a la semana, o un/una deportista profesional.
Cada persona tiene unas demandas diarias, y lo que hay que conseguir es que ese tendón y esa estructura consiga adatarse a esas cargas (y a un poco más) para evitar esas lesiones.
Para ello esas personas deberán realizar un programa de ejercicios bien pautados, con seguridad, sin dolor, y con unos objetivos específicos.
Por tanto, necesitamos valorar bien a nuestro paciente, conocer si ha tenido lesiones previas que puedan facilitar la aparición de este dolor y que tengamos que trabajar previo al inicio del programa de ejercicios (esguinces de tobillo previo, limitaciones de cadera, dolor lumbar…).
Una vez que conozcamos a nuestro/a paciente, y en los casos que sea necesario hayamos tratado esos factores internos en los casos necesarios, empezaremos con el programa de ejercicios, cada uno partiendo de unas cargas y de una dificultad inicial distintas.
La progresión es lenta, puede tener altibajos y alguna recaída incluso, por ello se necesita una buena monitorización y confianza por ambas partes. El/la paciente tiene que tener claro que se necesita ser constancia, con la mentalidad puesta de que, cumpliendo estos programas, esa persona podrá recobrar su día a día y sus hobbies o su trabajo con normalidad y SIN DOLOR.
Podemos asegurar que, con 2 semanas realizando un protocolo de ejercicios bien adaptado, empezaremos a conseguir cambios en los síntomas y en las cargas de esa persona, y estos se incrementarán notablemente alas 4 semanas de evolución. Conseguiremos cambios en dolor, movilidad y funcionalidad, no así cambios estructurales (en la ecografía se verá lo mismo, pero eso, como hemos dicho antes, no nos preocupa).
Si tienes dolor y/o limitaciones en la rodilla, en el talón, y te ves identificado con lo que hemos contado en esta publicación, y quieres dar el paso para dejar esas limitaciones atrás, ponte en contacto con nosotros. Te haremos una valoración, te escucharemos todo el proceso por el que has pasado hasta que te has puesto en nuestras manos, y nos pondremos manos a la obra juntos para diseñar un plan de ejercicios y un tratamiento que permita que, poco a poco, consigas dejar atrás esas molestias y esas limitaciones cotidianas.
Puedes ponerte en contacto con nosotros por vía telefónica 684.661.028, o presencialmente en nuestro centro. C/ del Mar N1 Bajo 1. Lugones.
Concertaremos una cita y empezaremos juntos todo este proceso de rehabilitación y readaptación.